Ante el lanzamiento, en 1957 por parte de la Unión Soviética, del primer satélite artificial “El Sputnik”, Estados Unidos creó el ARPA (Agencia para Proyectos de Investigación Avanzada) dentro del Departamento de Defensa, a fin de establecer su liderazgo en el área de la ciencia y la tecnología aplicadas a las fuerzas armadas.
De dicha agencia se desprendía la IPTO (Oficina para las Tecnologías de Procesado de la Información). El objetivo de la IPTO, era buscar mejores maneras de usar las computadoras, es decir, visualizar más allá su uso inicial que era simplemente el de grandes máquinas calculadoras.
La tendencia era que cada uno de los principales investigadores que trabajaban para la IPTO parecía querer tener su propia computadora, lo que no sólo provocaba una duplicación de esfuerzos dentro de la comunidad de investigadores, sino que, además, era muy caro. Las computadoras en aquella época eran cualquier cosa menos pequeños y baratos. En otras palabras, existía una urgente necesidad de tener disponibles más y más recursos informáticos.
Robert Taylor, quien fue nombrado director de la IPTO en 1966, tuvo una idea: ¿Porqué no conectar todos esas computadoras? sustentaba dicha idea en las premisas de Joseph Carl Robnett Licklidder publicadas en un artículo llamado "Man-Computer Symbiosis". De esta manera, al construir una serie de enlaces electrónicos entre diferentes máquinas, los investigadores que estuvieran haciendo un trabajo similar en diferentes lugares del país, podrían compartir recursos y resultados fácilmente. Y, por otra parte, la ARPA ya no gastaría en caras computadoras distribuidas por todo el país sino que, podría concentrar sus recursos en un par de lugares en donde instalaría computadoras muy potentes y así, crear una forma en la que todo el mundo pudiera acceder a ellos.
Con esta visión en mente, Taylor acudió con su jefe, Charles Herzfeld, el director de la ARPA, y tras exponer sus ideas, le comento que podrían montar una pequeña red experimental con cuatro nodos al principio y aumentar hasta aproximadamente una docena, para comprobar que este concepto podía llevarse a la práctica.
El Departamento de Defensa era en aquel entonces el más grande comprador de computadoras en el mundo.
Dado que existían muy pocas posibilidades, tanto por las leyes existentes como por las necesidades técnicas a la hora de hacer la adquisición, de que todos las computadoras se compraran al mismo fabricante, y visto el hecho de que cada fabricante usaba su propio conjunto de normas y se trabajaba distinto con las computadoras de cada uno, este departamento se veía en la necesidad de encontrar una manera de estandarizar la forma de trabajar con todas estas computadoras.
Taylor afirmaba que, si la idea de esta red funciona, sería posible interconectar computadoras de diferentes fabricantes así, el problema de escoger un fabricante u otro se vería disminuido; se eliminaría de igual forma, la dificultad de tener que usar una terminal y procedimientos diferentes para acceder a cada tipo de computadora; además, la red podía ser resistente a fallos, de tal modo que, si un nodo de la red fallaba, los demás podrían seguir trabajando.
El proyecto ARPAnet (como se le nombró) fue aprobado y se le asignó un millón de dólares, finalizándose en 1969. ARPAnet, es el antecesor de lo que ahora conocemos como Internet.
El inicio de ARPAnet se dio, cuando se interconectaron los ordenadores de cuatro centros de los estados americanos de California y Utah: El Stanford Research Institute, la Universidad de California Los Angeles, la Universidad de California Santa Barbara y la Universidad de Utah.
Con el tiempo se fue abriendo a universidades, investigadores y, ARPAnet siguió creciendo uniéndosele otras redes: CSNET y BITNET.
En 1983, la parte de la red vinculada al Departamento de Defensa se separa formando MILNET. Este hecho se toma como referencia para el nacimiento de Internet.
En 1990, ARPANET es desactivada absorbiendo sus funciones Internet. De los cuatro nodos originarios se pasó a 15 en 1971, a 37 en 1972, a 100 en 1985, a 500 en 1989 y los 25.000 alcanzados a principios de 1994. En Enero del 95 había 35.000 redes interconectadas, el número de hosts (servidores) conectados era de unos 4.800.000 y el número de usuarios se cifraba entre los 3 y los 30 millones. En enero del 96 ya había 9.472.000 de servidores conectados. En junio del 96, en España, había 79.266 servidores conectados.
Apareció así una forma de sistemas abiertos: máquinas de distintos fabricantes podían dialogar entre sí. El software de comunicaciones desarrollado para ARPAnet fue imponiéndose, debido a presiones del mercado, sobre todo por su compatibilidad.
En los años 80, aparecen las redes locales y las estaciones de trabajo con UNIX BSD y TCP/IP. Las instituciones científicas y los fabricantes querían conectar sus redes a ARPAnet. Por este motivo se implantaron en red local sus mismos protocolos.
y actualmente hay toda una serie de redes interconectadas que forman la Internet (la Red de redes). Y como el uso genera demanda, continuamente se están añadiendo nuevos y más rápidos enlaces y servicios para satisfacer las crecientes necesidades.
La oferta genera demanda y viceversa. El crecimiento, desde 1983, ha sido exponencial. Este tipo de crecimiento tiene una propiedad interesante: en cada momento, aproximadamente la mitad de los conectados a Internet, obtuvieron su acceso en el año último.
La idea de que la ARPAnet (red antecesora de Internet) surgió como un proyecto militar para proteger la seguridad nacional, parece tener su origen en dos hechos concretos. El primero de ellos: ARPAnet fue creada y puesta en marcha por una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, aunque en aquella época la ARPA, se dedicaba a financiar investigaciones académicas de cualquier tipo con el objetivo de asegurarse de que los Estados Unidos no se quedaran atrás en el desarrollo tecnológico, independientemente de la posible aplicación militar de lo que se investigaba.
El otro factor que contribuyó a la creación de esta leyenda acerca del origen de ARPAnet fue que sus diseñadores, empleados de la empresa Bolt Beranek and Newman, incorporaron en el diseño las ideas de Paul Baran, un ingeniero eléctrico que había estudiado a fondo la posibilidad de supervivencia de los sistemas de comunicaciones bajo un ataque nuclear, motivado en gran medida por la gran tensión existente entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en los 60.
Estos dos factores crearon el supuesto origen de Internet gracias a un proyecto militar, cosa que como hemos explicado no fue así.